domingo, 6 de diciembre de 2009

El 13 de enero de 2001 a las 11:35 a.m. ocurrió un sismo de magnitud 7,9 en la escala de Richter en El Salvador que afectó a gran parte del país. Justo un mes después, otro sismo de magnitud 6,6 afectó la zona central del país produciendo grandes daños tanto en zonas ya afectadas por el primer sismo como en otras que no habían sufrido mayores daños. Otros sismos de menor magnitud y una serie de réplicas continuas mantuvieron a la población en una gran zozobra durante los primeros meses del año.

Esta crónica describe los hechos y sobre todo analiza la eficiencia de los programas de preparación para el desastre, el impacto y la respuesta del sector salud en las fases de atención y recuperación. Se ofrece una lista de lecciones aprendidas de relevancia para los trabajadores y los gerentes del sector salud, que servirá para sacar conclusiones de interés para la gestión de futuras situaciones de emergencia y desastre.

Los lectores de este informe podrán responder mejor a interrogantes como: ¿Estaba el sector de la salud adecuadamente preparado? ¿Cómo respondió? ¿Cuáles fueron las principales dificultades en las operaciones de asistencia sanitaria? ¿Qué medidas se deben tomar, o qué procedimientos y acciones se pueden mejorar en el futuro? ¿Cuáles son las lecciones y enseñanzas que han dejado los efectos catastróficos producidos por los sismos de enero y febrero de 2001 en El Salvador?

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